Por razones obvias, los instrumentos de "rendimiento fijo" o "garantizados"

Son muy populares entre los inversores, especialmente en tiempos de incertidumbre. Si nos fijamos en el ranking de los instrumentos de inversión más elegidos por los italianos, los primeros lugares están ocupados casi todos por tipos de inversiones que ofrecen algún tipo de protección. Después de todo, ¿quién no querría invertir su dinero teniendo la certeza total de ganar, sin correr ningún riesgo (o como mucho con un riesgo bajo)? Evidentemente esto no es posible: cuando se trata de inversiones, lamentablemente no existen atajos ni métodos infalibles, pero hay productos con ventajas y desventajas, para ser seleccionados cuidadosamente según tus necesidades. Es muy complejo orientarse entre los múltiples instrumentos que permiten una devolución segura, una garantía de capital o algún tipo de protección. Por este motivo, hemos elaborado una guía práctica sobre "inversiones garantizadas" que le ayudará a orientarse en la oferta, para comprender cuál es realmente la solución más adecuada para usted. El consejo para los menos experimentados es siempre confiar en un profesional de la gestión patrimonial o en un consultor independiente. Bonos: ganando con el cupón Los bonos, nuevamente en 2021, estarán entre las opciones más comunes entre las inversiones con capital garantizado, debido a su aparente simplicidad. Comprar un bono es equivalente a hacer un préstamo. Supongamos que compró un bono por 100 € con un vencimiento a 10 años y un tipo de interés del 2% anual. Esto significa que en la fecha de vencimiento recibirás tus 100 euros de vuelta y que cada año serás recompensado con un cupón de 2 €, que representa el tipo de interés que se te destina por prestar el dinero. Si dividiéramos los bonos por tipo de emisor, tendríamos principalmente dos familias numerosas: bonos del Estado y bonos corporativos. Los primeros son emitidos por los gobiernos para financiar su deuda pública (cada año el gobierno emite nuevos bonos para amortizar la parte de la deuda que ha vencido, a fin de poder pagar a los acreedores). Los bonos corporativos, en cambio, son emitidos por empresas para financiar sus actividades. Conocer al emisor de un bono es muy importante: esto se debe a que, aunque sean instrumentos de rentabilidad garantizada, siempre existe el riesgo de que el emisor no reembolse sus deudas, provocando la pérdida del capital invertido. Esto se denomina riesgo crediticio y, aunque es controlable, no debe subestimarse, también porque los emisores más riesgosos generalmente prometen rendimientos más altos. El incumplimiento puede ocurrir por parte de un gobierno o de una empresa privada. ¿Te acuerdas de los bonos argentinos, que a principios de la década del 2000 prometían rendimientos cercanos al 10%, solo para dejar boquiabiertos a todos los que habían prestado dinero al gobierno de Buenos Aires? Y la desgracia de los bonistas de Banca Etruria y de los bancos venecianos que acabó en resolución el año pasado. También debes recordar que la certeza de obtener una rentabilidad, al invertir capital en bonos, depende de la capacidad de mantener la inversión hasta el vencimiento. El precio de los bonos en el mercado, de hecho, no es fijo y por esta razón, al vender por adelantado, puede verse obligado a desinvertir en condiciones desfavorables y realizar pérdidas. En realidad, es muy difícil (y a menudo no conveniente) llevar los bonos al vencimiento. Por tanto, a menudo se negocian entre inversores en el mercado secundario. Su precio varía según el plazo de vencimiento y según la dinámica de los tipos de interés. Cuando las tasas suben, el valor de los bonos cae (porque hay instrumentos más ventajosos en el mercado). En el caso del largo plazo, por lo tanto, es fundamental evaluar la dinámica futura de las tasas de interés, porque si las tasas aumentan, aumentan las posibilidades de registrar una pérdida. Cuanto mayor sea la madurez de un producto, más obviamente será su valor susceptible a la dinámica de la tasa de interés. Para aprovechar al máximo la inversión en bonos, debe considerar todos estos factores. Un tipo particular de enlaces son los denominados enlaces estructurados. Se trata de productos muy complejos que vinculan el pago del cupón a la ocurrencia o no de determinadas condiciones, o al valor de un índice o acción en particular. Ciertamente pueden ser útiles en determinadas ocasiones pero ojo: tienen una estructura retributiva muy ventajosa para los bancos que, al apalancar el vencimiento del producto, se benefician de la comisión por adelantado. Entonces, si se le ofrece, preste aún más atención. Cuentas de depósito Otra opción muy popular es abrir una cuenta de depósito. Este instrumento, de hecho, promete una rentabilidad garantizada a cambio de la prenda de su capital durante un período determinado. Sin duda, invertir capital en cuentas de depósito es una excelente solución para quienes desean proteger sus ahorros a muy corto plazo. Pero aquellos con horizontes más largos, lamentablemente, tendrían dificultades para encontrar cuentas de depósito capaces de satisfacer sus expectativas. De hecho, en la situación actual del mercado, la rentabilidad de las cuentas de depósito, incluso las más ventajosas, no podría cubrir ni siquiera el efecto de la inflación. DESCUBRA LA PROPUESTA DE INVERSIÓN CONSTRUIDA PARA USTED1. Crea tu perfil 2. Descubra su cartera 3. Empiece a invertir Antes de optar por la cuenta de depósito, de la que también hemos comentado el aspecto de seguridad, por tanto, el objetivo debe ser claro para ti: si necesitas aparcar liquidez por un tiempo limitado, esta es la mejor solución, porque a muy poco tiempo horizonte le daría pocas garantías de ganancia a través de los mercados financieros. Si, por el contrario, su horizonte temporal es más largo, tiene poco sentido elegir esta opción: sus ahorros merecen estar protegidos de la inflación, es decir, invertidos con una asignación dinámica de activos que lo proteja de riesgos excesivos. Inversiones con capital garantizado? como funciona una Pólizas de fianza, seguros, productos protegidos Luego hay una serie muy variada de productos que prometen protección, garantía de capital o incluso devoluciones aseguradas. Estos instrumentos tienen formas legales muy variadas y a menudo complejas, que van desde pólizas de vida a instrumentos estructurados, pasando por fondos, y garantizan varios niveles de protección a través de estrategias de inversión defensivas. Muchos productos simplemente implican opciones de inversión que tienen como objetivo controlar el riesgo, mientras que otros implican el uso de derivados o seguros para garantizar la totalidad o parte del capital. Dar una evaluación general de estos productos es complejo, pero puede ser útil seguir algunas pautas generales. Evidentemente, en un contexto de tipos de interés bajos, estos productos ofrecen rentabilidades cada vez más diluidas, tanto que hay quien habla del fin de la rentabilidad garantizada para los próximos años. En general, estas herramientas son muy caras y muy complejas, además de tener estrictas restricciones. Hay que tener mucho cuidado antes de seleccionar uno, porque el riesgo más común es encontrarse atado durante muchos años a un producto inconveniente, quizás caro e incapaz de generar beneficios. También debemos tener mucho cuidado porque también hay productos, como cupones o fondos de vencimiento, desafortunadamente el tipo de fondos más colocados por la industria de ahorro italiana, que están empaquetados a propósito para hacerle creer que está obteniendo retornos garantizados pero que en cambio No haga nada más que devolverle lo que ha invertido (tal vez incluso gravado ...).